Prueba Triumph Street Triple 2014

 

El segmento naked ha sufrido una importante revolución en los últimos años. La fórmula mágica de “suavizar” el motor de una supersport/superbike quitándole, además, las carrocería y montando un manillar ancho para hacerla más polivalente ha sido todo un éxito. Pero de entre todas ellas, hay que distinguir las más ciudadanas de las más deportivas. Triumph apostó desde el principio por el segundo grupo al lanzar la Street Triple en junio de 2007 basándose en su Daytona, recibiendo importantes modificaciones el año pasado.
Al margen de la parte ciclo, la potencia de la versión estándar pasó de los 106 CV originales a 95 CV para, en caso necesario, poder montar el kit de limitación a 48 CV para los usuarios del carné A2 que en la primera generación no era viable. Por supuesto, el otro cambio fundamental fue la adopción de un nuevo conjunto chasis-basculante de aluminio con silencioso por debajo del motor. Todo traducido en 6 kg menos de peso, mayor radio de giro y más agilidad.
Si la comparamos con su hermana Street Triple R hay bastantes más diferencias que el simple cambio de colores, suspensiones (regulables) o frenos (radiales). Los 1.100 € de diferencia entre ambas (7.595 € para la Street Triple ABS 95 CV) también incluyen unas geometrías más agresivas, guardabarros trasero, maneta de embrague regulable y 11 CV extra.

El carácter de su motor tricilíndrico es único, con una energía y viveza prodigiosas. Sólo si te bajas de la estándar y te subes en la R para recorrer tu tramo de curvas preferido notarás una pequeña mejora de punch pero, sinceramente, no echo en falta esos CV de más. Por otro lado, siete años en el mercado dan de sobra para pulir las pequeñas imperfecciones en una máquina que, todo sea dicho, ya nació redonda. La aguja del cuentarrevoluciones sube de vueltas rapidísimo, siempre tienes par motor disponible y la entrega de potencia es lineal, sin brusquedades y nada exigente. La realidad es que el 12 válvulas nunca desfallece y tarda muy poco en correr mucho.
Por otro lado, con la actualización del año pasado este modelo tiene mejor centrado de masas ya que ya no hay kilos “arriba” (el doble silencioso bajo el colín desapareció) y el reparto de pesos carga más el tren delantero, con lo que ayuda a afrontar con total confianza la entrada a cualquier viraje. Solamente en cambios de dirección rápidos con apoyos fuertes notarás un tren delantero algo “blandito” con una horquilla que hunde demasiado en conducción deportiva y frenadas fuertes, pero nada grave.

 Foto TRIUMPH STREET TRIPLE